jueves, 23 de abril de 2015

COMENTARIO: PABLO DE VALLADOLID de VELÁZQUEZ

Otro de los comentarios de mis alumnos.
Diego Velázquez nació en Sevilla el 6 de junio de 1599 y murió en Madrid el 6 de agosto de 1660. Es el pintor más destacado del barroco español y es considerado como uno de los más importantes de la pintura en España. Velázquez trató todos los géneros por igual: religiosos, mitológicos, retratos… desarrollando un estilo caracterizado por el empleo de la perspectiva aérea, profundidad, el uso de la luz, la pincelada desecha, el tratamiento de las calidades... y la idea de inconformismo, que vemos a través de las correcciones de sus cuadros, muestra también de que pintaba de manera directa, sin bocetos, por lo que a veces vemos esos cambios en sus cuadros. Diego Velázquez se estableció es Sevilla durante sus primeros años. Su primer maestro fue Francisco Pacheco. Empieza a ser influenciado por Caravaggio con el que aprende las corrientes tenebristas, naturalistas y costumbristas. Más tarde se trasladó a Madrid, donde se establece como pintor de cámara del rey Felipe IV. Entre los numerosos trabajos que le mandan está el de decorar el palacio del Buen Retiro. Velázquez viaja a Italia en varias ocasiones, pero finalmente se decide por Madrid, donde pintará sus cuadros más importantes como por ejemplo: El infante Don Carlos, El triunfo de Baco, La venus del espejo, La fragua de Vulcano y su obra más representativa Las Meninas.
El cuadro a comentar es el retrato de Pablo de Valladolid, pintado por Velázquez en el año 1634. La obra es un óleo sobre lienzo y tiene unas dimensiones de 209 x 123 cm. Fue pintado para decorar el Palacio del Buen Retiro en Madrid, aunque hoy lo vemos expuesto en el Museo del Prado.

Se trata de un retrato de los que Velázquez realizó con personajes de la corte, en los que además de retratar a gente de la nobleza y temas mitológicos, retrató a enanos, bufones, locos, gente que trabajaba para el rey… a los que conseguía plasmar con la misma dignidad que con los personajes reales.

El retratado es Pablo de Valladolid, bufón de la familia real. Nació en Vallecas y al tener esa figura elegante y no mostrar ninguna deformidad se le considera el bufón de la corte.

Se trata de un retrato de cuerpo entero, con las piernas separadas, una mano sujetando la capa y el otro brazo extendido, ocupando la práctica totalidad del lienzo. La luz es natural y se expande a través de todo el cuadro, procedente del exterior y dirigiéndose desde el lado izquierdo, genera una escasa sombra proyectada a los pies del personaje.

El fondo es neutro, ya que no presenta un punto de apoyo en el que coloque los pies, además el suelo y la pared son prácticamente del mismo tono, mostrando una total continuidad, creando una ubicación espacial bastante indeterminada. El cuadro tiene un fondo indefinido pintado a través de la sombra del bufón. Al no tener fondo alguno permite que toda la atención se dirija hacia el personaje que tiene actitud declamatoria.

Se pueden ver algunas correcciones que ejecutó Velázquez y no le convencieron. La ropa del personaje es negra, color predominante en la vestimenta de los hombres de esa época, con los puños y el cuello en color blanco, una pintura que muestra una enorme economía de medios. Las pinceladas del fondo son en un tono transparente. Velázquez intenta plasmar espacio y profundidad en el cuadro a través de los colores que aplica muy reducidos. La técnica del pincelado es la misma que la del cuadro de Cristo crucificado. Destaca el realismo, la naturalidad y el dominio del color sobre la línea característica, a su vez, propia del estilo Barroco al que pertenece.

Este cuadro pertenece a las obras de Velázquez que representaba a enanos, bufones… Entre estos cuadros destaca también el de El bufón Don Sebastián de Morra, El niño de Vallecas, El bufón Calabacillas…. Son obras todas ellas, en las que se ha querido ver una reflexión sobre la condición humana y la dignificación de los personajes de todo tipo de condición social.

Esta obra servirá como punto de referencia para Goya y para pintores del Impresionismo.

Estamos pues, ante una de las obras más innovadoras de Velázquez, máximo representante del barroco pictórico español y genio de todos los tiempos.

Páginas consultadas para el comentario:

www.wikipedia.com
www.arteespana.com
www.juntadeandalucia.es
www.viajoenunbarcodepapel.wordpress.com

Autora: MARÍA ORTÍZ DE LA FUENTE, alumna 2º Bachillerato, curso 2014/2015 

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